Nací en Lomas de Zamora, un 14 de Octubre, hace más años de los que quisiera, como le sucede a todos, hasta mis propios hijos, ya hombres, Sebastian y Pablo. Tuve maridos, dos, una pena ser tan poco aptos todos para mantener una pareja. ¿no? Tampoco esto es original. Estudié poco y mal, los programas y los docentes nunca han sido muy atractivos. Lo poco que sé lo he aprendido leyendo todo lo que me ha llegado y llega cada día a la mano. Por suerte ahora con la red...más a mano mas cotidiana aun la lectura. El primer recuerdo de lectura, por cierto, es La Bella durmiente...a la par, casi a la par una tía que debía deshacerse de la biblioteca de su marido me regaló los 12 tomos de Las Mil noches y una noche. Nada más quise desde entonces, leer y escribir. A los 9 años tengo idea de estar escribiendo una novela. El personaje principal vaya a saber por qué se llamaba Marcos.Era una historia de amor, claro. Luego dejé de escribir...salvo algun que otro poema en los momentos en que el amor empezaba ya a ponerse difícil...A los veinte me casé. Enamorada. Tuve dos hijos. Vivimos una infancia feliz...jardines, mascotas, juegos, ternuras, chocolatines y tortas. Un día la familia sufrió para ellos el primer revés...sus padres se separaron. Claro que no era el primer revés para mi. Hacía poco había muerto mi padre. Joven. Casi a la edad que tengo en estos días. Empecé entonces a querer otras cosas. Recuperar todo lo que había dejado a los veinte, antes tal vez, a los 9, la escritura.
Nos mudamos de Adrogué al centro de Buenos Aires. Empecé un taller con Sergio Sinai, luego otro más definido y más indefinido al mismo tiempo con el gran Dalmiro Sáenz. Maestro creativo por excelencia. Me enseñó a patear el tablero cada día y empezar de nuevo con todas las piezas desparramadas. Eso hago desde entonces. Por aquella década del 90 trabajé con él, sus textos y los mios. La primera novela editada es Lupe, acerca de la mujer del Mariano Moreno uno de los líderes más jacobinos de la Revolución de 1810. No supe que eso que había escrito era una novela hístórica hasta que Paula Pico Estrada, mi primera editora, me informara del caso. Había golpeado a las puertas de Editorial Tusquets como solo puede golpear alguien que no conoce los codigos y los pasos a seguir. Tal vez por eso, tal vez por Lupe, lo cierto es que desde entonces (1997) La Lupe sigue abriéndome puertas...siempre que algo me apremia ahí aparece alguna cosa de Lupe que me abre nuevas puertas o la necesaria. Casi de inmediato fue editada Ana y el virrey (1998) que venía escribiendo a la par de Lupe, sus historias son paralelas. Lupe cuenta la historia desde el lado criollo de la revolución, Ana desde el lado europeo. Ambas son mujeres de su época con marido una y amante, la otra, que simbolizan porque lo fueron, el conflicto más hablado o estudiado de la Revolución de Mayor. Liniers el ex virrey amado por casi todos en Buenos Aires y Mariano Moreno, el brazo más fuerte de la revolución, el más certero en sus discursos y en sus actos, manda a fusilar a Liniers por temor a que les hiciera caer el proyecto revolucionario. Es ahí donde nace en realidad nuestra historia. Una historia con tanto heroismo como cobardías y traiciones. En esos años viajé con mis libros. Gracias a ellos. Un congreso en Mexico, en Monterrey, al que viajé con Luisa Valenzuela (Argentina) y un poco del brazo del Jorge Enrique Adoum (Ecuador), a quien había conocido en Ibarra, Ecuador, en otro encuentro de escritores. Ahí conocí tambien a los poetas Arturo Corcuera (Perú) y José Luis Diaz Granados, que me decía no podes contar a Manuelita sin conocer Colombia. Corría el año 1998. Había empezado a escribir una novela que tiene como protagonistas a Manuela Sáenz y Simón Bolívar. Aquel viaje inesperado y mágico a Ecuador, me permitió darle un aire real a la novela, y a mi vida. Circunstancias, las del proceso de escritura, y fascinación, que me llevaron a Colombia. Un amor que surgió justamente cuando Manuela debía trasladarse a Bogotá. Poco después de conocer a Bolivar en Quito. Colombia, y Manuela, marcan un antes y un después. Conocer esa 'patria boba', tan boba como hermosa, de gentes maravillosas, extremas y biodiversas, tanto para el bien como para el mal cambiaron mi mirada. Mi lectura. Estando en Colombia, entre el 2000 y el 2003, además de La gloria eres tú (E.Planeta, Ed.Sudamericana, Ediciones Aurora), novela algo onírica sobre la historia de amor y de guerra entre Manuela Sáenz y Bolívar, escribí Anita Gorostiaga, otro personaje de leyenda sacado de un poema de Arturo Capdevila que cuenta uno de los tantos probables amores de Martín Guemes (E.Sudamericana);Cómo e atreve (E. Sudamericana) acerca de Juana Paula Manso una feminista y luchadora empedernida por la educación en general y especialmente de las mujeres (entre el 1840 y el 1870), mano derecha de Sarmiento dicen, algo que a mi entender exige un largo debate. Para Editorial Sudamericana, en el 2003, escribí dos ensayos sobre cuentos de Borges, El Aleph y otros tres cuentos. También una biografía de Eva Duarte. Después de largos periplos de maravilla, por Colombia, y con gran dolor por abandonar ese país, regresé. Desde entonces he escrito mucho. Catalina de Rusia, Isabel II de España y Breve Historia de los Piratas para Editorial Nowtilus de España. Borges y Piazzolla, en colaboración, para Edit. Alfaguara y La Nación; La Baronesa del Tango (Ed. Sudamericana); Buenos Aires de la A a la Z (Editorial Edhasa) y de próxima aparición Tantas maneras de vivir, para Ediciones B. que es en realidad la primera novela escrita. Curioso trayecto.
Estos años también escribí notas para la revista Cosas Nuestras, algunas de las cuales publicaré en este Blog, que pretende convocar a todos esos texto y lectores que no tienen forma de encontrarse en el espacio editorial ni en las librerías de Buenos Aires. En otra ocasión deberé editar un CV, Hoja de vida, más formal. Hoy no tengo ganas. Pocas veces tengo esas ganas. Porque en este blog, quisiera, repito, poder compartir mis textos e inquietudes de amanuense, con todo el que quiera leerlos o convocarme para charlas, cursos y eventos...
domingo, 26 de julio de 2009
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